Se ha cerrado un acuerdo en la cumbre de la biodiversidad de la ONU. El pasado 19 de diciembre, los 195 países que reunieron durante las últimas dos semanas en la COP15, han cerrado un acuerdo para intentar revertir la pérdida de biodiversidad sin precedentes que asola el planeta y de la que el ser humano es el principal responsable.
Este acuerdo aspira a ser un plan de choque para la década 2020-2030. En esa aspiración, compromete a sus firmantes a que en el año 2030, el 30% de las «zonas terrestres, aguas continentales costeras y marinas se conserven y gestionen eficazmente mediante sistemas de áreas protegidas». En estos momentos cerca del 17% de la superficie terrestre y el 10% de la marina están bajo protección. Por otra parte, este pacto dispone que «al menos el 30% de las áreas de ecosistemas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas degradadas” se encuentren restauradas o en el proceso para estarlo también para 2030.
La importancia del acuerdo en la cumbre de la biodiversidad de la ONU
En los últimos meses, el pacto que se buscaba se ha definido como el Acuerdo de París de la biodiversidad, en alusión al tratado de lucha contra el cambio climático de 2015. Esa batalla global contra el calentamiento ha hecho que, en muchas ocasiones, no se exponga la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, esta problemática amenaza a un millón de los alrededor de ocho millones de especies vegetales y animales conocidas del planeta a la extinción. Sin embargo, ambas crisis están relacionadas y, muchas veces, sus causas son comunes.
El acuerdo adoptado se refiere de forma explícita al millón de especies del planeta que en peligro de extinción en las próximas décadas. Para evitarlo, se plantean medidas para reducir las causas de la pérdida de biodiversidad. Entre ellas, se encuentran «los usos de la tierra, la sobreexplotación de los recursos, el cambio climático, las especies invasoras y la contaminación», como recoge El País. Si no se toman medidas, “habrá una mayor aceleración en la tasa global de extinción de especies”, que ahora es “decenas o cientos de veces más alta de lo que ha promediado en los últimos 10 millones de años”.
Las principales metas
Estos son los objetivos más importantes del acuerdo de Kunming-Montreal para 2030:
- Protección de al menos el 30% de las tierras, aguas continentales, zonas costeras y océanos del mundo.
- Restaurar completamente (o estar en proceso de conseguirlo) el 30% de los ecosistemas terrestres, continentales y costeros y marinos degradados del planeta.
- Reducir el desperdicio mundial de alimentos a la mitad y reducir significativamente el consumo excesivo y la generación de residuos.
- Reducir a la mitad tanto el exceso de nutrientes como el riesgo general que representan los pesticidas y los productos químicos altamente peligrosos.
- Eliminar o reformar progresivamente los subsidios que dañan la biodiversidad en al menos 500.000 millones de dólares cada año para 2030.
- Movilizar al menos 200.000 millones de dólares para 2030 al año en financiación nacional e internacional relacionada con la biodiversidad de fuentes públicas y privadas.
- Aumentar los flujos financieros internacionales de los países desarrollados hacia los países en desarrollo hasta por lo menos 20.000 millones de dólares anuales para 2025 y hasta los 30.000 para 2030.
- Prevenir la introducción de especies exóticas invasoras prioritarias y reducir al menos a la mitad la introducción y el establecimiento de nuevas especies exóticas invasoras. Y erradicarlas o controlarlas en las islas y otros sitios prioritarios.