El campo español se encuentra en alerta por sequía al padecer el segundo peor comienzo del año hidrológico en lo que va de siglo. Esto supone ya que el 50% de las producciones agrarias se encuentren estos momentos en situación de alerta por sequía.
La falta de agua puede llevar al límite los costes de producción, poniendo en peligro a miles de producciones. Ahora mismo, los sectores más afectados son los cereales, olivar, viñedo, almendros de secano, pastos para la ganadería extensiva y apicultura, además del regadío que acaba de comenzar la campaña, según datos de la organización agraria COAG. También señala a Andalucía, el sur de Extremadura, Castilla-La Mancha, varias comarcas de Murcia, Lleida y Girona como los territorios que se encuentran en una situación más crítica.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico confirmó este martes que la reserva hídrica española se encuentra al 44,6% de su capacidad. Sin duda, la situación más dramática es la que se localiza en las cuencas de la mitad sur de España, que se encuentran a alrededor del 30% de su capacidad. Es el caso de las de Guadalete-Barbate (29,8%) o Guadiana (30,5%), entre otras. Aún incluso las hay por debajo de este listón, como la del Guadalquivir (28,5%). La reserva total embalsada por ejemplo en esta última es de 2.316 metros cúbicos, muy por debajo de la media de los últimos años.
El campo español se encuentra en alerta por sequía y, por supuesto, tiene que ver con el nivel de las precipitaciones. En la España peninsular, las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta finales de enero de 2022 han supuesto un 33% menos respecto a la media del periodo de referencia comprendido entre los años 1981 y 2020 (191 litros por m2). Lejos de mejorar, esta situación hay empeorado aún más en el último mes.
Ayudas y peticiones
Una de las zonas más afectadas es la cuenca del Guadalquivir. Dicha cuenca se declaró el 2 de noviembre la situación excepcional por sequía extraordinaria. Debido a esto, se introdujeron medidas como restricciones al uso industrial o la reserva de 400 hm3 para el abastecimiento en el conjunto de los embalses, entre otras. En la cuenca alta del Guadiana, la más afectada, se están aplicando medidas para los correspondientes escenarios en el Plan Especial de Sequías.
Con todos estos datos, las organizaciones agrarias ya han solicitado ayudas al Gobierno para intentar aliviar la situación. Por ejemplo, ASAJA pide la condonación de los cánones de riego e impuestos directos, bonificaciones en la seguridad social y reducción de los costes eléctricos de las explotaciones.