Green Deal

La Comisión Europea medirá el Pacto Verde y cómo se está aplicando a través de una lista de indicadores clave. Así, supervisará el logro de los objetivos medioambientales y climáticos de la UE hasta 2030.

El nuevo marco de seguimiento del VIII Programa de Acción en materia de Medio Ambiente busca fomentar la transparencia e informar a los europeos sobre el impacto de la política climática y medioambiental de la UE. En líneas generales, los indicadores reflejan que se han realizado avances hacia el bienestar medioambiental. En ese bienestar medioambiental se incluyen también los aspectos económicos y sociales. Su función es también la de allanar el camino para medir la salud de nuestras economías y sociedades sobre la base del bienestar, más allá del PIB.

Para seguir por este buen camino, debemos aplicar las palabras del vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans, responsable del Pacto Verde Europeo. Como él recuerda, «tenemos objetivos medioambientales y climáticos muy ambiciosos para lograr la transición ecológica justa que Europa y el mundo necesitan. Pero lo que no se puede medir, no se puede gestionar. Para mantenernos en el buen camino, hemos de ser capaces de seguir de cerca el progreso en el logro de nuestros objetivos. Estos indicadores nos ayuden a lograrlo».

Por otro lado, Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, ha señalado que «la eficacia de estas políticas depende de su aplicación. Estos indicadores clave nos ayudarán a aplicar las políticas acordadas en el marco del Pacto Verde Europeo al permitir determinar las tendencias y facilitar el debate razonado entre los responsables políticos sobre los ámbitos en los que es necesario redoblar los esfuerzos».

¿Cómo medirá la Comisión Europea el Pacto Verde?

Entre los indicadores clave para medir el éxito del Pacto Verde, se incluyen los indicadores más adecuados para cada uno de los objetivos prioritarios hasta el año 2030. Dichos indicadores abarcan la mitigación adaptación al cambio climático, la economía circular, la contaminación cero y la biodiversidad.

Además, se incluyen cinco para medir los avances hacia el tratamiento de las principales presiones medioambientales y climáticas. Como recoge Retema, «esto abarca la transición que hemos de lograr en los próximos años hacia sistemas sostenibles de energía, industria, movilidad y alimentación».

Cabe destacar que la Comisión llevará a cabo dos evaluaciones en profundidad durante la vigencia del programa. La primera será una revisión intermedia en 2024 y la segunda una evaluación final en 2029.