La temperatura de las ciudades está aumentando cada vez más rápido. Como certificaron los expertos de la NASA en Nueva York, el efecto isla de calor hace que las temperaturas sean hasta cuatro grados más altas en verano en el centro de las ciudades que en los alrededores. Este efecto viene causado por la falta de vegetación, la concentración de asfalto y cemento y la actividad humana.
Pero no solo eso, también aumentará en cuatro grados la temperatura de media de las ciudades de aquí a fin de siglo. Esto es debido al nivel actual de emisiones. De ahí surge la urgencia de enfriar las ciudades lo antes posible. Además, de acuerdo con el informe Sustainable Urban Cooling presentado por la ONU en la Cop26, bastaría con un aumento de 1,5 grados para que 2.300 millones de personas estén expuestos a severas olas de calor.
Según vaticina la alcaldesa de Freetown, Yvonne Aki-Sawyerr, «el calor extremo va a terminar siendo un asesino invisible en las ciudades». Aki-Sawyerr compara al calor extremo con la contaminación y llama a tomar medidas urgentes.
Necesitamos tomar medidas urgentes para que el efecto isla de calor en las ciudades se reduzca en lugar de extrapolarse al resto de lugares. No tenemos un planeta B. Apostemos por un mundo sostenible.
