El CEO de Ibersyd valora en la revista Solar B2B el proyecto implantado por CERFO en Aragón

¿En qué consiste el proyecto de reciclaje de paneles fotovoltaicos de CERFO en Aragón?

Ibersyd es la empresa matriz, pero el proyecto lo promueve otra empresa que se llama Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO). Ahora mismo contamos con dos plantas de I+D de gestión de residuos para optimizar el proceso de reciclado. Tenemos ya una planta de producción autorizada y en fase de financiación en Albalate del Arzobispo (Teruel). Esta planta entraría en marcha en mayo/junio de 2025.


¿Qué capacidad de gestión de residuos fotovoltaicos tiene la planta?

A día de hoy, la planta tiene una capacidad productiva de 1.000 toneladas al año, aunque nuestra previsión para los próximos años es alcanzar una capacidad total de 9.000 toneladas año, pero tal y como está mercado que serán una media de 6.000 a 7.000 toneladas anuales de gestión de paneles fotovoltaicos como residuos.


¿Con qué ayudas públicas cuentan?

La planta está declarada inversión de interés económico de Aragón. Esto le confiere un trato preferente en la concesión de permisos administrativos. En paralelo, el Instituto para la Transición Justa nos ha concedido una ayuda del 24% de la inversión. También contamos con ayudas del Gobierno de Aragón para I+D+i.


¿Vuestra actividad de I+D está enfocada a lograr reciclar el máximo porcentaje posible de los materiales de cada panel?

Efectivamente, con procesos mecánicos puedes conseguir reciclar la caja de aluminio y de vidrio, las cajas de conexión, es decir, los elementos más superficiales, que suponen más del 80% del panel, el mínimo que establece la normativa de reciclaje. Nosotros desde el primer momento nos hemos centrado en tratar de conseguir la mayor tasa de reciclaje posible del panel solar fotovoltaico. Esto significa hacer un tratamiento de las obleas de silicio. En nuestros procesos hemos alcanzado una tasa de reciclaje del 94%. Estamos muy por encima de lo que exige la norma y de los estándares actuales de mercado. Reciclar el silicio y elevar por tanto ese 10% respecto al mínimo exigido por la norma supone un coste de inversión muy grande, comparado con el que supone el tratamiento del aluminio y el vidrio en exclusiva.