Guía para los ayuntamientos

El Ministerio para la Transición Ecológica presentó el viernes pasado una guía para los ayuntamientos. Esta guía va dirigida a los 149 municipios de más de 50.000 habitantes y los de más de 20.000 más contaminados, que deberán instalar zonas de bajas emisiones (ZBE) antes de 2023.

Esta guía para los ayuntamientos especifica los criterios en materia de calidad del aire, ruido, cambio climático y eficiencia energética que tienen que tener en cuenta. Las directrices determinan que las ZBE deberán abarcar un área significativa que permita reducir la contaminación. Cabe destacar que, de momento, solo existen zonas de este tipo en Barcelona y Madrid. Estas zonas de bajas emisiones son áreas en las que se prohíbe el acceso a los vehículos más contaminantes para mejorar la calidad del aire.

Por otro lado, el texto de Transición Ecológica expone que la mejora de calidad del aire en las ZBE debe cuantificarse. Es decir, los ayuntamientos tendrán que marcar un calendario para cumplir lo más pronto posible con los valores máximos de polución permitidos por la Unión Europea. Además, la guía pide que se intente cumplir con los nuevos límites establecidos por la OMS, que son mucho más estrictos.

En cuanto al ruido, la guía para los ayuntamientos destaca que las ZBE deben reducir el ruido de los vehículos. Para conseguirlo, se recomienda realizar una zonificación acústica de las ciudades según los usos de los barrios.

Las directrices expuestas en la guía para los ayuntamientos, presentan distintos modelos de ZBE. El núcleo es la delimitación de un área concreta en el municipio. Esta puede ser más pequeña en inicio pero contar con un plan de extensión a otras zonas más adelante. Un ejemplo de esto sería Madrid Central, ahora denominado ZBE Distrito Centro. Como apunta el documento, «se trata de un modelo en el que se combinan un núcleo de mayores restricciones y una o más áreas de menores restricciones en torno al anterior, como es actualmente el caso en Milán y Londres»

Además hay otras alternativas, como completar ese núcleo con algunas ZBE especiales, como en un polígono industrial o en un campus universitario. Por último, está la ZBE global, que abarca todo o casi todo el municipio, como ocurre en Barcelona.