Los proyectos de las plantas fotovoltaicas Coto 1 y Coto 2, planteados en el término municipal de Cobreros (Zamora), promoverán la compatibilidad con otros usos del territorio. Con el objetivo de garantizar su óptima integración ambiental y paisajística, sólo se ocupará en torno a la mitad de la superficie total donde se ubican las plantas, de manera que las instalaciones de energías limpias queden diseminadas en las parcelas. El planteamiento es que las instalaciones sean compatibles al máximo con los usos ganaderos del territorio, y fomentar especies autóctonas, como el roble y el asno zamorano-leonés.
Las empresas promotoras reforzarán los canales de información con los vecinos, mediante el envío de materiales divulgativos y el recordatorio de todos los cauces directos de contacto que se han establecido en los últimos dos años. En todo este periodo, se han mantenido ya seis reuniones informativas, celebradas en todas las pedanías del municipio de Cobreros, a las que estaban convocados todos los vecinos.
El propósito es avanzar en la tramitación de las plantas fotovoltaicas de Cobreros desde la información, la transparencia y la participación ciudadana, con el fin de consensuar al máximo unas instalaciones que permitirán aportar desarrollo sostenible y generar empleo local en Cobreros y Sanabria.
Los estudios de impacto ambiental prevén actuaciones enfocadas a generar efectos beneficiosos tanto sociales como ambientales en el entorno del proyecto, para cuya construcción se estima la generación de entre 350 y 400 puestos de trabajo.
Los parques implican una inversión de casi 80 millones de euros. Los estudios y las medidas a implementar en los proyectos han sido realizados por Íber Sostenibilidad y Desarrollo (IBERSYD), empresa especializada en sostenibilidad social y ambiental.
Especies autóctonas
Los parques no afectarían a ninguna figura de protección ambiental ni zonas catalogadas como Red Natura 2000, como el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) más cercano, “Riberas del Río Tera y Afluentes”. Tampoco afectan a elementos del dominio público forestal ni pecuario.
Aunque la superficie en la que se proyectan los parques está constituida principalmente por parcelas de matorrales y pastizales, el estudio ambiental prevé llevar a cabo reforestaciones de roble, con el fin de incrementar la vegetación y funcionalidad original de su hábitat.
Al tratarse de una zona húmeda y con clima de montaña, es previsible un crecimiento rápido de la hierba en el interior de la instalación tras la finalización de las obras. Dado que la utilización de herbicidas no es una solución sostenible ni respetuosa con el medio, una buena alternativa al control de la vegetación es incorporar burros de la raza asnal zamorano-leonesa dentro de la instalación.
Esta raza se encuentra en peligro de extinción, por lo que, de esta forma, se contribuiría a su protección y conservación, siguiendo la línea de algunas actuaciones de la Junta de Castilla y León o la Diputación de Zamora, y pudiendo generar actividad económica para ganaderos locales.