Alimentación sostenible

El Consejo de Ministros aprobó el martes 7 de junio el proyecto de ley que obligará a los restaurantes a informar a los clientes de que se pueden llevar las sobras. Este proyecto de ley incluye multas de hasta 6.000 euros por tirar comida.

Actualmente, los hogares españoles tiran anualmente a la basura 1.364 millones de kilos de alimentos. Haciendo una media, esto supondría unos 31 kilos por persona, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Para evitar esta situación, el Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. Dicho proyecto deberá ser remitido a las Cortes y sometido a tramitación parlamentaria.

Entre las medias que se incluyen en la ley, según recoge un artículo de El País, se encuentran las multas de hasta 6.000 euros por tirar comida. Además, se incluye la obligación de todos los agentes de la cadena alimentaria de elaborar un plan de prevención para evitar el desperdicio.

Esos planes de prevención deben jerarquizar el uso que se da a los alimentos antes de llegar al vertedero. El prioritario, explica el ministerio, debe ser el consumo humano mediante la donación a entidades como los bancos de alimentos. Si no fuera posible entregar la comida para el consumo humano, dichos alimentos se tienen que transformar en otros productos como zumos o mermeladas. La tercera opción es que sirvan para la alimentación animal.

Cabe recordar que evitar el desperdicio de alimentos es una cuestión clave para la sostenibilidad y una meta de los ODS. En concreto, el ODS 12 para la producción y el consumo responsables identifica como una de sus metas que para el año 2030 se debe «reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial«.

Alcanzar un mundo sostenible pasa por abrazar la sostenibilidad en todos sus ámbitos y vertientes. Así, para favorecer una alimentación sostenible podemos:

  • Servir raciones más pequeñas para no tirar comida si sobra.
  • Elaborar nuevos platos con la comida que sobre.
  • Comprar solo aquellos alimentos que se necesiten y no adquirir más de lo que se puede consumir.
  • Comprar frutas y verduras que puedan parecer «feas» estéticamente, ya que no significan que sean peores.
  • Revisar el frigorífico y el congelador a la hora de almacenar los alimentos para que se mantengan a la temperatura indicada para su conservación.
  • Convertir los restos de comida en compost.
  • Comparte y dona el excedente de comida.

Construyamos juntos un mundo sostenible.