En 2019 Barcelona fue pionera en crear una red de refugios climáticos. Este verano, Bilbao y Sevilla le han seguido. Por otra parte, Vitoria, Málaga y Murcia tienen planes de realizar este proyecto. Pero, ¿qué son los refugios climáticos?
Qué son los refugios climáticos
Con las temperaturas de este verano cada vez más altas, se está popularizando un término que antes solo manejaban unos pocos: el refugio climático. Si comparamos la situación de España con respecto a otras grandes ciudades de América y Europa, los refugios climáticos son más bien pocos. De hecho, tanto en la Comunidad de Madrid como en su capital acaban de rechazar su puesta en marcha.
No se sabe cuándo surgió el concepto y su autoría, como comensal el climatólogo Javier Martín Vide y como recoge El País. Según el climatólogo, en la década de los ochenta algunas ciudades de Alemania y Canadá “ya tenían en mente planificar corredores verdes para ventilarlas” y se crearon ciudades jardín de Inglaterra. Ninguno de estos precedentes “estaban pensados para una situación de emergencia climática como la actual, pero existía la conciencia de diseñar una ciudad más esponjada”. “Ahora estamos en un momento muy diferente y de lo que se trata es de adaptarnos de la mejor manera posible al aumento imparable de las temperaturas, con los 40° instalados día tras día en gran parte de España, y a extremos como las olas de calor, cada vez más intensas y frecuentes”, señala el experto.
El Grupo de Liderazgo Climático C40 recomienda su implantación y que se den a conocer “antes y durante una ola de calor mediante vallas publicitarias, aplicaciones telefónicas o SMS”. En nuestro país, su desarrollo está contemplado dentro del plan PIMA Adapta del Ministerio de Transición Ecológica, que dispone nueve millones de euros para las comunidades para estos u otros proyectos de adaptación.
¿Cuál es su objetivo?
El plan contempla su acondicionamiento con puntos de agua potable, más vegetación y una mejora del aislamiento de los edificios. El sentido de señalizarlos, en mapas que se reparten en puntos neurálgicos como bibliotecas, es que “la población sepa que dispone de ellos” y el siguiente paso es ampliar la red a toda el área metropolitana. “Nuestra sensación es que están teniendo muy buena acogida”, subraya Badia.
El climatólogo Carabante defendió que no es necesaria porque Madrid “cuenta una extraordinaria infraestructura verde y unas extraordinarias instalaciones municipales abiertas para todo el mundo, aunque no haya pegatina”. Además, destacó que es “la segunda ciudad del mundo en patrimonio arbolado, la primera de Europa”. Sin embargo, de abril a junio se han cerrado seis veces nueve parques en aplicación del protocolo municipal de situaciones meteorológicas adversas, como recoge El País. Martín Vide lo considera razonable “en días ventosos de invierno”, con unos 70 kilómetros por hora, “pero no en días de calor”.
¿La conclusión? Más refugios climáticos es igual a una mejor calidad de vida, lo que supone una mejora en todos los aspectos que podamos plantear.