Las renovables ganan al carbón en la Unión Europea, según el estudio del think tank de la energía Ember. Este análisis expone que la Unión Europea consumió menos carbón este invierno durante la crisis energética que en años anteriores. De esta forma, se acallan los temores a que el consumo del combustible fósil más contaminante se disparase por la pérdida del gas ruso.
El estudio muestra que «entre octubre de 2022 y marzo de 2023 la generación mediante carbón cayó en 27 teravatios hora, casi un 11% interanual, mientras que la generación mediante gas lo hizo en 38 teravatios hora, ya que los consumidores redujeron el consumo de electricidad en respuesta a la subida de los precios», como recoge Expansión.
También se incrementó el suministro de energía renovable. La producción combinada de energía eólica, solar e hidroeléctrica superó por primera vez a la de los combustibles fósiles. En concreto, proporcionó el 40% de todo el suministro eléctrico. El periódico británico Financial Times contrastó las conclusiones de Ember con las de la Agencia Internacional de la Energía y detectó que en líneas generales con su propio análisis preliminar de la generación eléctrica en Europa durante el invierno.
Las renovables ganan al carbón en la Unión Europea según un análisis de Ember
Mientras Rusia recortaba de forma drástica el suministro de gas a Europa elevando a niveles nunca antes vistos los precios de la energía para los consumidores, el impulso de los gobiernos para renovar las viejas centrales de carbón con el fin de garantizar que las luces siguieran encendidas no se tradujo en un aumento del consumo, como señala Expansión.
“Ahora que Europa ha superado con éxito el invierno y se han evitado graves cortes en el suministro, está claro que la amenaza de la recuperación del carbón no se ha materializado”, recogen los analistas de Ember. “Al reducirse la generación mediante combustibles fósiles, las emisiones del sector eléctrico de la UE durante el invierno fueron las más bajas de su historia”.
Sin embargo, Ember expone que Europa se vio favorecida por un invierno suave que ayudó a reducir la demanda de electricidad para la calefacción. Por ello, explica que no hay garantías de que el próximo invierno se produzca un clima semejante. De hecho, el consumo total de electricidad entre octubre y marzo disminuyó 94 teravatios hora, un 7%, en comparación con el mismo periodo del invierno 2021 / 2022.