La Unión Europea tiene el objetivo de ser neutra en términos climáticos para el año 2050. Este objetivo constituye el núcleo del Acuerdo Verde Europeo y está en línea con el compromiso comunitario de aumentar la acción climática global en línea con los compromisos del Acuerdo de París. Por esta razón, la descabornización marcará los pasos del tejido empresarial en este 2022. De esta forma, este año se dejará de hablar solo de tecnologías para afrontar el reto de manera global, desde la planificación el análisis de la estrategia. Así, vamos a ver tres de las tendencias energéticas en 2022.
Alza en los precios energéticos
Según los últimos datos, todo apunta a que los costes energéticos seguirán sin dar un respiro a empresas y hogares. Esta predicción viene dada tanto por el mercado energético, como por la situación geopolítica y meteorológica que incide directamente en el mercado. Así, todo apunta a que en 2022 sufriremos un alza en los precios energéticos.
En este contexto, las energías renovables se presentan como una oportunidad para lograr abaratar estos costes, así como ayudar a la descarbonización de la economía. El reto será superar el desafío que supone la hibridación tecnológica para aumentar la estabilidad en la generación eléctrica.
Movilidad sostenible
Si 2021 fue el año en que la industria automovilística preparó sus planes de descarbonización, 2022 será el año en el que estos se pongan plenamente en funcionamiento. Todavía más después de que el Gobierno aprobase el PERTE para vehículo eléctrico y conectado. Así pues, la movilidad se enchufará a la sostenibilidad y todo lo que rodea al vehículo eléctrico será protagonista este año.
La recarga de las baterías tendrá un impacto técnico y económico en el sistema eléctrico. Además, la integración del usuario en este sistema será otro de los retos venideros. De esta forma, la tecnología bidireccional de ‘vehículo a la red’, más conocida como V2G, será otro de los desafíos para lograr que los vehículos eléctricos puedan devolver a la red la energía que acumulan en sus baterías. En este ámbito, el hidrógeno verde será una de las bazas para reducir la dependencia del sector de los motores de combustión.
Hidrógeno verde: vector energético
Con el objetivo de la descarbonización, las industrias necesitarán este año agentes que le acompañen desde el estadio más temprano hasta la integración real del hidrógeno en su proceso. Los sectores de la industria donde ya hay un consumo de hidrógeno (en España, alrededor de 500.00 toneladas), así como en transporte pesado y procesos de calor de alta temperatura, serán las primeras aplicaciones de sustitución de hidrógeno verde por combustibles fósiles.
En el campo de las energías renovables, el hidrógeno se erigirá como uno de los protagonistas de los sistemas de almacenamiento y de gestión de la energía. De este modo, las tecnologías del hidrógeno ayudarán a aportar mecanismos de flexibilidad a la red eléctrica.
Estas son tres de las tendencias energéticas en 2022. Haz click aquí si quieres conocer más.