No cabe duda de que 2021 ha sido un año de crisis climática. Los eventos y fenómenos extremos nos han recordado la gravedad de la situación que vive nuestro planeta. De hecho, estos últimos días del año estamos viviendo temperaturas por encima de lo normal para esta época. De principio a fin, 2021 ha sido un año de crisis climática que ha hecho tangible este problema.
2021 ha sido el año en el que la ciencia ha dejado claro que el ser humano tiene un problema. Un problema que ha generado él mismo y que se llama crisis climática. Además, ha sido el año en el que los Gobiernos han admitido claramente que los planes que tienen sobre la mesa no permitirán que el calentamiento global se quede dentro de los márgenes de seguridad. En definitivas cuentas, son planes insuficientes. Planes de aspiraciones pequeñas para un problema tan grande.
Haciendo un resumen de estos eventos y para entender por qué decimos que 2021 ha sido un año de crisis climática, si reparamos en los primeros días de este año recordaremos el temporal conocido como ‘Filomena‘. Días de nieve que en plena pandemia complicaron las cosas, también, para los sanitarios que acudían a batallar contra la Covid-19. Por el contrario, el hemisferio Norte del planeta vivió también este año un verano de calor extremo.
Este 2021 también ha sido el año en que Glasgow acogió la cumbre del clima, conocida como COP26. Esta cita se cerró con el reconocimiento por parte de los casi 200 países presentes de que los esfuerzos de recorte de emisiones actuales no son suficientes y que deben actualizarse. Además, por primera vez, se llamo explícitamente a dejar el carbón y los combustibles fósiles, bajo la atenta mirada de los ciudadanos que se manifestaban en las calles.
2021 también ha sido el año de la vuelta de Estados Unidos a la lucha internacional contra esta crisis. Así como de la firma de la paz climática entre China y EEUU. Ambas potencias se han comprometido a colaborar con, por ejemplo, medidas para reducir las emisiones de metano.
2021 ha sido un año de crisis climática. Ha sido un año reconocimiento de esta crisis y de puesta en marcha de medidas insuficientes para combatirla. 2022 será otra oportunidad de mejorar las cosas, de poner en marcha planes más eficaces y de aumentar nuestra responsabilidad individual para conseguir parar este problema.
Logremos entre todos un planeta mejor.
Desde ÍBER Sostenibilidad y Desarrollo os deseamos un feliz 2022.