El 12 de septiembre El País publicó un artículo sobre economía circular en el que, gracias a la oportunidad de Aragón Circular, su autor Mariano Ahijado recogió la labor de CERFO, empresa del grupo IBERSYD. Aquí recogemos una parte del artículo sobre IBERSYD en El País.
Sobre la economía circular
«La economía circular genera negocio, y eso es bueno. El modelo productivo basado en mantener el valor de los recursos el mayor tiempo posible genera oportunidades de negocio y crea empleo, en cantidad y de calidad. El 2,06% de los empleos en España están relacionados ya con la economía circular. Este dato coloca al país por encima de la media europea, que es del 1,76%, según las cifras más recientes de Eurostat, de 2019.
El camino marcado por la Fundación Ellen MacArthur, referente mundial en esta materia, se está cumpliendo. Esta organización creada para favorecer la transición a un modelo productivo sostenible señaló en su último estudio, publicado hace tres años, que las energías renovables pueden contribuir a la reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero, con arreglo a los objetivos climáticos de la ONU. Pero para conseguir el 45% restante citaba el papel de la economía circular.
El modelo que aprovecha los residuos, alarga la vida a los productos y reduce el consumo de materias primas no les resulta ajeno a casi la mitad de las empresas españolas. Según un informe de Pacto Mundial, una iniciativa de la ONU, el 43% ha impulsado procesos de economía circular (…).
Esta forma de producir no solo contribuye a salvar el planeta sino que se revela como una práctica rentable. Lo resume de forma tajante Maite Ardevol, líder del equipo de Economía Circular de Acció, la agencia pública para la competitividad de la empresa catalana:“La economía circular tiene que ser un negocio o no será”. (…) “No solo se trata de mantener los recursos por más tiempo, sino que la oportunidad de negocio radica en aumentar su valor después de un ciclo de uso”. Y añade: “Si nos centramos solo en el reciclaje, la economía circular se queda corta”.».
Sobre CERFO en El País
“Hay que ser capaces de emplear la misma energía y automatizar los procesos de desmontaje, del proceso inverso a montar. En esa tarea se afana el Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (Cerfo), una empresa que acaba de crearse en Andorra (Teruel) con el impulso de Aragón Circular, una oficina dependiente del departamento de Economía, Planificación y Empleo del Gobierno de Aragón que nació en enero de 2020, meses antes de que se aprobara la estrategia nacional España Circular 2030.
Cerfo, ubicado en Andorra (Teruel), nace para tratar de forma correcta las placas solares que terminan su vida útil o las que se estropean en su instalación o en la fábrica. Cerfo se encuentra en una primera fase de investigación en la que están buscando soluciones para convertir el 100% de los elementos en materias primas. El objetivo pasa por reciclar de la forma más eficiente posible estos residuos que ahora están a cargo de los mismos gestores que desmontan lavadoras o neveras u otros aparatos eléctricos. Jesús Alijarde, el director general de Ibersyd, una consultora de sostenibilidad a la que pertenece Cerfo, calcula que cuando la fábrica esté operativa en 2024 se generarán de 14 a 17 empleos en una zona despoblada de Aragón afectada por la reconversión industrial.
Cerfo lleva un año investigando para obtener el cobre, el aluminio, el vidrio y el silicio presente en los paneles solares que han terminado su vida útil, fijada en entre 20 y 30 años, o aquellos que se rompen en la fabricación o al instalarse. Hasta el momento han logrado convertir en materia prima el 97% de las placas fotovoltaicas. Jesús Alijarde es el director general de Ibersyd, una consultora de sostenibilidad a la que pertenece Cerfo. Este economista cifra entre un 0,5% y un 1% las placas solares que se deterioran en el montaje o en la fábrica. “Muy pocos paneles han llegado al final de su ciclo de vida todavía. Pero se están instalando muchos que en algún momento habrá que tratar como residuos”, asegura. De esta forma se deja de depender de terceros países para la obtención del aluminio, el silicio o el cobre”.».