A pesar de las consecuencias de la pandemia y la crisis energética, el sector de las renovables creó 700.000 nuevos empleos en un solo año. Así, las energías renovables han alcanzado 12,7 millones de empleos el año pasado. Esto es lo que muestra el nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). Por ello, hablamos del sector de las renovables como generador de empleo.
En este informe se especifican algunos de los factores que han propiciado este incremento de puestos de trabajo. Entre ellos, el tamaño del mercado nacional destaca como el factor principal, así como también se alude a la mano de obra y otros costos.
IRENA muestra a las renovables como generadoras de empleo
Si hay una fuente que destaca en cuanto a generación de empleo, es la fotovoltaica. En concreto, la energía solar generó 4,3 millones de empleos el año pasado. Esto supone más de un tercio de la mano de obra global en el sector.
Por su parte, Europa representa ahora el 40% de la producción de la fabricación eólica mundial y es el mayor exportador de equipos eólicos, al mismo tiempo que intenta reconstituir su industria de fabricación solar fotovoltaica.
El interés de los países en la localización de las cadenas de suministro y la creación de empleo en el ámbito nacional también han incrementado. Entre los principales factores que han propiciado este aumento son la preocupación por el cambio climático, la recuperación de la pandemia Covid-19 y las alteraciones de las cadenas de suministro.
Francesco La Camera, Director General de IRENA, explica que, pese a los retos actuales, el sector de las renovables ha demostrado ser un motor fiable para la creación de puestos de trabajo.
“Mi consejo a los Gobiernos de todo el mundo es que adopten políticas industriales encaminadas a fomentar la expansión de empleos dignos en el sector de las renovables en el ámbito nacional. El estímulo a la cadena de valor nacional no solo creará oportunidades de negocio y nuevos empleos para las personas y las comunidades locales, sino que refuerza la confiabilidad de la cadena de suministro y contribuye a una mayor seguridad energética en general».
La expansión de las energías renovables ha de apoyarse con políticas integrales, que incluyan capacitación de los trabajadores a fin de garantizar un empleo digno, de alta calidad, bien remunerado y diverso, con el fin de lograr una transición justa.